El equipo de Gorosito jugó mal frente a Nacional de Paraguay. Pero en el último minuto apareció el Enano y, en clara posición adelantada, anotó el 1-0. Fabbiani hizo su presentación con la camiseta millonaria y se fue ovacionado.

Nerviosismo. En el Monumental esa era la sensación que corría por los pasillos en los minutos previos al debut de River en la Copa Libertadores ante Nacional de Paraguay. Porque en el verano no le fue bien, porque en la primera fecha del Clausura el empate ante Colón resucitó fantasmas y porque la última eliminación de la Libertadores ante San Lorenzo es una herida que permanece abierta.

De arranque, el 4-3-1-2 de Néstor Gorosito se hizo protagonista en el césped de Núñez. La primera victoria para Pipo era el objetivo primordial. El equipo paraguayo, intimidado, y siguiendo la lógica del visitante se metió muy atrás en el inicio, refugiado detrás de dos líneas de cuatro muy marcadas. Fue el volante central Inca, el que probó con un remate débil, a los cinco minutos. Pero después, el local iba a reafirmar su responsabilidad de ser el dueño del partido.

A los 7, Abelairas transformó un tiro libre en centro al área. Ahumada metió el cabezazo furioso y el arquero, Igancio Don, pudo desviar el tiro y con la ayuda del travesaño, evitó la caída de su arco. Tan solo 60 segundos más tarde, Gustavo Fernández, el Tortuga, rompió con la defensa paraguaya (jugaba en línea) y quedó mano a mano. Otra vez Don se agigantó para mantener el cero.

Siempre fue dominador de la pelota y del terreno el equipo de Gorosito en la primera mitad. Pero River parce padecer de una enfermedad en la que el nivel de juego es pobre y las situaciones de peligro no abundan. Se pinchó River. Nacional empezó a tener la pelota, al menos de a ratitos. Con Inca luchando en el medio, el manejo Ruiz Peralta y con Román y Arriola complicando arriba.

Un tiro libre de Román, a los 38, le devolvió emoción al partido. Tapó bien Ojeda. Y a los 40, otra vez River pudo haber abierto el marcador a través de la pelota parada. Llegó el centro de Abelairas desde la derecha, Cabral ganó de arriba y Don, otra vez, salvó su arco. En el rebote Buonanotte demoró el disparo y lo taparon. Se fue el primer tiempo con la igualdad sin goles y con un nivel preocupante en el local. Mientras Fabbiani esperaba en el banco.

Para el complemento Gorosito se sacó. De entrada puso a Robert Flores en lugar de Abelairas. Y a los 14, Cristian Fabbiani, con la 23 en la espalda, y con algunos kilitos de más, hizo su presentación con la camiseta de River. El Ogro entró por el Tortuga Fernández, y fue ovacionado por la gente. Lo puso Pipo, a pesar de que había declarado que no estaba para jugar y que lo iba a poner sobre el final, sólo si era necesario. Lo necesitó mucho antes.

Sin embargo, Nacional jugó mejor que River durante varios pasajes del segundo tiempo. Con un gran despliegue de Inca, Cáceres y Ruiz Peralta en el medio. El local cayó en la tentación de tirarle cascotazos a Fabbiani, para que la aguante arriba. Esa parecía la única carta de ataque del Millonario. Pobre, muy pobre.

Inca probó desde afuera a los 27, y el recuerdo del gol de Prediger, el domingo, se hizo presente en el Monumental. Esta vez la pelota se fue desviada. Buonanotte, cuatro más tarde, sacó el zurdazo que Don, la figura, envió al córner. River no inquietaba a su rival y los paraguayos se mostraban firmes en el fondo y cómodos con el desarrollo del partido. Pudo ser catástrofe a los 37, cuando Arriola, de gran partido, dejó en el camino a Ojeda, pero se quedó sin ángulo para definir.

Pero al final fue fiesta en Núñez. A los 40, Fabbiani, de cabeza, otra vez comprobó el buen trabajo del arquero Don. Y sobre el final, a los 45 clavados, River alcanzó el inmerecido 1-0 con un gol que debió ser anulado. Centro al área, frontal, de Rosales. Fabbiani, en el límite de la posición adelantada, la bajó con el brazo izquierdo. Cuando sale el remate del Ogro, Buonanotte está en off side. Don tapó el tiro, pero el rebote fue para el Enano que sólo tuvo que empujarla a la red para decretar la primera victoria del equipo de Gorosito. El árbitro brasileño Heber Lópes y el línea Gaciba se comieron una doble infracción clarísima que influyó directamente en el resultado del partido. Fue injusto para el partido, que reclamaba un empate sin goles. Lo festejó River que sumó sus primeros tres puntos en el Grupo 3 de la Libertadores y lo sufrió Nacional, que hizo todo bien para llevarse un punto y se quedó con las manos vacías.