Se consumieron ya tres años de gestión distinta en Saladas, del modelo "Kirchnerista" que trata de volver, a una gestión mucho más moderno y transparente, con puertas abiertas e impronta plena de modernización y desarrollo, liderado por Noel Gómez, que se encamina a su segundo mandato.



El cambio de época es evidente, tanto el país, como la provincia y en especial Saladas, no admite un regreso a viejas recetas populistas que tanto daño le han traído a los argentinos, en la que solo buscaban el poder para sembrar su ideología, probadamente marcada por el fracaso en todas partes del mundo.

Hoy, tanto Saladas como la provincia, y este nuevo tiempo de la Argentina, no da margen para repetir errores gruesos del pasado, la ciudadanía se va encontrar con una oferta electoral signada por un abanico de alternativas que no tienen sustento y que a partir del mensaje engañoso, buscara el apoyo electoral, y desde el oficialismo actual observamos que paso a paso va construyendo una oferta electoral moderna y progresista, sin el lastre de la vieja política que solo impide el avance hacia nuevos horizontes de progreso y desarrollo.

El liderazgo del actual Intendente Noel Gómez, le da a Saladas una garantía de proyecto serio, de aspiración de futuro con progreso y definitivamente sentar las bases de un polo productivo importante, con memoria viva de su cultura y su historia rica, con planificación ambiciosa de progreso para todos los sectores, con la calidad que se forja a partir de un dialogo fluido y constructivo con todos los sectores.

El "Año Bisagra" tiene claramente dos alternativas o ratifica la eficacia de un nuevo camino abierto hace tres años o se condena a un retraso inexorable si resucita a los personeros de la corrupción y el "termo" ideológico, que nos condenó a los argentinos a años de desidia.